Emblemática la Ruta del Cares que también está muy bien desarrollada en el libro “Picos de Europa con niños” de Jesús Nicolás Sánchez.
En este caso nosotros no la hemos hecho entera ya que oficialmente parte de Posada de Valdeón y finaliza en Poncebos, aunque generalmente el tramo más conocido y concurrido es el de Caín a Poncebos o a la inversa; aun así y partiendo de Caín no llegamos hasta Poncebos ya que los últimos km tienen primero una subida bastante fuerte y después una bajada considerable.
Comenzando la ruta en Caín |
Pueden verse varios túneles al fondo |
Comenzamos a caminar con lluvia pero con muchas ganas, chubasqueros y paraguas, y tuvimos la gran suerte de que al poco rato paró de llover e hicimos casi todo el camino nublado.
Caminamos durante unas cinco horas y realmente lo que vimos hace honor a la fama de la ruta.
El camino es prácticamente llano, discurre entre dos enormes paredes de piedra, con túneles en algunos de sus tramos y junto a un canal de aguas rápidas que a veces pasa por encima de los túneles y otras veces el camino pasa sobre él.
Uno de los puentes para pasar al otro lado del desfiladero |
Impresionante obra de ingeniería |
Al final no lo consiguieron |
Esta ruta puede hacerse perfectamente con niños de 7 años acostumbrados a caminar, siempre teniendo en cuenta que es larga y peligrosa por los impresionantes precipicios a lo largo de todo el recorrido.
Tan impresionante como el desfiladero del Cares por el que vamos caminando es el que necesitamos recorrer hasta llegar a Caín, desde luego no apto para conductores noveles.
En la parte izquierda puede adivinarse parte del recorrido |
Se supone que por aquí suben los salmones a desovar. Debe ser precioso verlos saltar po aquí |
Como anécdota debo decir que a pesar de ser un lunes y con lluvia nos hemos cruzado con unas doscientas personas, esto da una idea de lo que se puede uno encontrar con buen tiempo y en fin de semana.