Después de bastante tiempo con ganas de visitar el pueblo de Montemayor del Río, por fin he conseguido hacerlo; en un día espléndido de sol y otoño.
Antes de comenzar a caminar hemos visitado el pueblo de Montemayor que por cierto es Conjunto Histórico Artístico y por supuesto su impresionante y bien conservado
Castillo de San Vicente o del Paraiso, que es Bien de Interés Cultural
Recomiendo sin ningún tipo de pudor la visita a este monumento, además de por su belleza, y cuidada restauración, por la estupenda guía que nos lo muestra (Mª José 682 444 988), que con su amplia experiencia y conocimiento sobre el propio castillo y sobre la zona, nos trasladará a las diferentes épocas por las que pasó esta fortaleza.
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Un detalle espectacular. Escaleras dentro de la chimenea de las cocinas del Castillo |
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Vista del valle del río Cuerpo de Hombre desde el Castillo |
Finalizada nuestra visita al Castillo, recorremos el pueblo hacia abajo, ya que la ruta parte de la ermita situada junto al río.
Existe un cartel indicador con la ruta que vamos a realizar que tiene una extensión de 12km sin ninguna dificultad ya que el terreno es prácticamente llano.
El camino hasta el único Miliario que vamos a ver discurre entre bosques de castaños y robles, además de algunos chopos junto a la orilla del río y los animales que nos encontramos serán, por supuesto, vacas. La mayoría de las vacadas están encerradas entre robustas paredes de piedras que delimitan extensos prados, pero casi al final del camino debemos pasar por una zona en la que pastan libremente, por lo que puede que nos las encontremos cerca del camino.
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Puente al principio de la ruta que debemos atravesar |
Precisamente al finalizar esta parte debemos cruzar una portera verde para continuar la ruta y no seguir por el camino que gira a la derecha y asciende.
Poco después llegamos al puente romano de La Malena, que atravesaremos para llegar al miliario o parte de él que coincide con la milla 134 de la Vía de la Plata y que no contiene ninguna grafía.
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Puente romano de La Magdalena o La Malena |
Este es el punto perfecto para comer, y así lo hacemos, para luego continuar de vuelta a Montemayor por la carretera.
No hay que asustarse por tener que volver por carretera ya que por ella casi no pasan coches y merece la pena pasear por una zona mucho más abierta que por la que hemos ido.
Lo mejor de la ruta: La visita al castillo, la otoñada y la sencillez de la ruta, que aunque un poquito larga no tienen ninguna dificultad.
Lo peror: como siempre, para mi, las vacas sueltas; y la falta en algunos puntos de señales indicadoras del recorrido.