Primer fin de semana primaveral que hay que aprovechar al máximo y nada mejor que hacer una ruta por el precioso Parque Natural de Arribes del Duero con todos los almendros florecidos.
La ruta que hemos hecho hoy no es excesivamente larga ya que no llega a 10km, pero sí un poco dura debido a su gran desnivel, 412m en poco más de 4 km.
Comenzamos en la parte más alta, el pueblo de Mieza, buscamos la iglesia y allí mismo vemos el cartel que indica "Mirador de la Code"; es la dirección que debemos seguir ya que aunque el propio mirador no está en la ruta si es visita obligada para contemplar el gran cañón que ha formado el río Duero con Portugal justo al otro lado del río.
Antes de 2km ya hemos llegado al mirador de la Code hemos dejado atrás otro mirador el del Colagón del tio Paco, al que se puede llegar en coche y en el que hay un precioso merendero.
Tendremos que volver sobre nuestros pasos hasta el cartel que nos indica
GR14 - Poblado del salto cuyo desvío dejamos a nuestra derecha antes de
llegar al primer mirador.
Comienza a partir de aquí una bajada continua en la que no dejamos de ver el río Duero cada vez más cerca, tanto, que nuestro destino está a su mismo nivel, es la base de la presa de Aldeadávila.
Justo llegando al poblado atravesamos un puente de madera sobre el arroyo del Ropinal y pasamos junto a varios huertos con naranjos; después de esto, un último esfuerzo esta vez cuesta arriba, hasta llegar al poblado en el que damos un paseo por sus desiertas calles, subimos y bajamos escaleras, cogemos unas naranjas para el postre y nos acomodamos junto a la iglesia para comer.
La historia de este semi abandonado poblado se remonta a muy antiguo, parece ser que la iglesia fue construida en el SXV y en torno a ella, en el momento de la construcción de la presa de Aldeadávila, Iberdrola construyó el poblado para sus trabajadores. Actualmente está prácticamente deshabitado, pero conserva en la parte baja junto al río un enorme merendero, frontón y espacio más que suficiente para echar un partido de fútbol.
Después de la comida y de reposar un rato iniciamos de nuevo la marcha hacia Mieza; en este caso y en las sucesivas paradas obliatorias para tomar aliento, el río Duero nos va quedando cada vez más lejos.
Esta ruta puede alargarse un poquito más si desde el poblado nos atrevemos a subir hasta el mirador de la presa; una dura ascensión por una carretera zizagueante de casi 2km.
No podría decir si merece la pena hacer la ruta en el sentido en que la hemos hecho nosotros Mieza- Poblado-Mieza o al revés, ya que hasta el Poblado se puede ir perfectamente con coche, se puede subir hasta Mieza y comer en el merendero del Colagón del tio Paco y luego bajar de nuevo al Poblado.